Los Periodistas Reclaman a la Sociedad
En un reclamo gremial los periodistas de Córdoba manifiestan su descontento por los hechos de violencia en los que han sido victimas al realizar las coberturas de marchas gremiales.
La marcha gremial por la violencia llevada a cabo por los periodistas el 18 de noviembre es publicada en las páginas de La Voz del Interior y en el mismo diario en la última hoja podemos leer la indecisión de no apoyar ni a uno, ni a otro sector en la nota de policiales en que se comenta el hecho sucedido en una escuela rodeada por barrios marginales y en donde la mayoría de los que asisten de acuerdo a lo dado a entender por las declaraciones hechas por una docente del establecimiento son jóvenes en situación de riesgo.
En esta marcha los periodistas reclaman por los golpes y humillaciones sufridas en las protestas realizadas por otros gremios. Sin embargo teniendo en cuenta de que esos otros gremios son otros trabajadores, es decir que se trata de personas de clase media, que además de mostrar su descontento por las injusticias sufridas y traducidas en sus bajos salarios, también lo muestran en la impotencia que les produce el vivir en una constante inseguridad, en la bronca que da el tener que trabajar todo el mes para que les paguen menos de lo que vale su labor; que los políticos de turno se rían en su cara al montar un scketh comiquesco, y que sus sindicalistas se golpeen el pecho mandándolos al frente de batalla, como el soldado de infantería de avanzada y que encima la malandrada les robe.
Tinelli es la muestra digna del engañador, del burlador, del que se ríe de los otros, de aquellos que dicen la verdad de que tiene un prostíbulo en su programa -aunque no nos guste de quien provenga- pero haciendo uso de su carisma les creer a los espectadores que esto no es así no obstante promociona el baile del caño que de cultural no tiene nada. Además de que ese baile proviene de los cabarets, bares para hombres de dudosa reputación y otros lugares por el estilo en los que lo que menos ha de verse son Hermanitas Carmelitas Descalzas.
Los periodistas hablan de inseguridad, le echan la culpa al gobierno y hasta de vez en cuando logran hacer echar alguna autoridad que se encuentra en algún alto cargo de la administración central. Sin embargo defienden a los malhechores, los idolatran haciéndoles programas que hablan de sus miserias. Hoy ser periodista es alienarse a los derechos humanos que en pocos casos reflejan a los del ciudadano común, y si, a todos aquellos que hacen lo mal visto por la mayoría de la comunidad (presos, guerrilleros, homosexuales, prostitutas, etc.).
En las villas miserias es cierto que se hayan trabajadores pero puedo asegurar que la mayoría de los que viven allí delinquen de uno u otro modo y que en los barrios de clase media que reclaman por sueldos los que roban son los menos. ¿Y todavía los medios quieren que los respeten? Si lo que menos ellos hacen es decir la verdad. ¿Acaso los que trabajan en los medios de comunicación viven en barrios marginales?
Buenos Aires, la inseguridad que hay en esta ciudad es ya de una característica tremenda. La mitad más uno de las personas que viven en el conurbano bonaerense son pobres o indigentes. La policía no puede hacer nada porque los gobernantes tienen que gobernar justamente para los delincuentes que son la mayoría, no de los pobres sino de los que emergieron de esa pobreza. Y todo eso es estimulado por programas de televisión hechos a medida de las personas de mal vivir, pues son mayoría y son los que dan ratings.
En cambio en Córdoba nuestros policías tienen sus cosas y esto no se discute pero vivimos en una de las ciudades más seguras del país, con la densidad de población que en ella existe. Por supuesto que esto conlleva un alto costo, que es de tener que mantener un pequeño ejército de casi 20.000 hombres, número que será excedido en el mes de diciembre del corriente año con los nuevos uniformados.
Nuestros gobernantes tienen que decidir qué es lo que quieren, los trabajadores tienen que decidir qué es lo que quieren, nuestros empresarios también tienen que hacerlo. Entonces será el momento de consensuar una nueva política socio-económica que incluya a todas las clases sociales dentro de los parámetros normales de convivencia.
Y que todos los que estén por fuera de este círculo o cosmovisión general puedan entrar en este nuevo régimen, es decir ser incluidos y así no estar por fuera reclamando que los demás salgan como está sucediendo ahora en el presente.
Carl Marx propone en su teoría sobre el plus valor que la mayor valía de la producción de cualquier bien es lograda por el trabajador o lo que es lo mismo decir: las personas que lo producen. Voy más allá aún diciendo que la base fundamental del capitalismo es el obrero, sin él en cualquiera de sus expresiones, no existiría o casi sería reducido a su mínima expresión el capitalismo.
Como periodistas debemos luchar para que los ojos de nuestra sociedad sean abiertos para bien y no defender al vago, al que se pone en la posición de víctima y no intenta mejorar.
Debemos pedir un estado que intervenga para poner y hacer cumplir normas y reglas y si fuera necesario que implemente con la utilización de los recursos económicos para poner en funcionamiento actividades mercantiles reguladoras del mercado.
Los medios de comunicación utilizamos los sentimientos de la gente para que estos no puedan reaccionar, para que estén inmóviles e inactivos
Nadie en su sano juicio hablaría en contra del desprotegido o del que esta padeciendo algo, pues sería acusado de falta de misericordia para con su prójimo por sus congéneres. Los periodistas construimos realidades a medida y utilizamos el recurso de las retóricas para no tener respuestas.
Comencemos por ser mas objetivos, por describir la realidad con mayor precisión y entonces los demás trabajadores nos verán como uno mas ellos.
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Los Periodistas Reclaman a la Sociedad
En un reclamo gremial los periodistas de Córdoba manifiestan su descontento por los hechos de violencia en los que han sido victimas al realizar las coberturas de marchas gremiales.
La marcha gremial por la violencia llevada a cabo por los periodistas el 18 de noviembre es publicada en las páginas de La Voz del Interior y en el mismo diario en la última hoja podemos leer la indecisión de no apoyar ni a uno, ni a otro sector en la nota de policiales en que se comenta el hecho sucedido en una escuela rodeada por barrios marginales y en donde la mayoría de los que asisten de acuerdo a lo dado a entender por las declaraciones hechas por una docente del establecimiento son jóvenes en situación de riesgo.
En esta marcha los periodistas reclaman por los golpes y humillaciones sufridas en las protestas realizadas por otros gremios. Sin embargo teniendo en cuenta de que esos otros gremios son otros trabajadores, es decir que se trata de personas de clase media, que además de mostrar su descontento por las injusticias sufridas y traducidas en sus bajos salarios, también lo muestran en la impotencia que les produce el vivir en una constante inseguridad, en la bronca que da el tener que trabajar todo el mes para que les paguen menos de lo que vale su labor; que los políticos de turno se rían en su cara al montar un scketh comiquesco, y que sus sindicalistas se golpeen el pecho mandándolos al frente de batalla, como el soldado de infantería de avanzada y que encima la malandrada les robe.
Tinelli es la muestra digna del engañador, del burlador, del que se ríe de los otros, de aquellos que dicen la verdad de que tiene un prostíbulo en su programa -aunque no nos guste de quien provenga- pero haciendo uso de su carisma les creer a los espectadores que esto no es así no obstante promociona el baile del caño que de cultural no tiene nada. Además de que ese baile proviene de los cabarets, bares para hombres de dudosa reputación y otros lugares por el estilo en los que lo que menos ha de verse son Hermanitas Carmelitas Descalzas.
Los periodistas hablan de inseguridad, le echan la culpa al gobierno y hasta de vez en cuando logran hacer echar alguna autoridad que se encuentra en algún alto cargo de la administración central. Sin embargo defienden a los malhechores, los idolatran haciéndoles programas que hablan de sus miserias. Hoy ser periodista es alienarse a los derechos humanos que en pocos casos reflejan a los del ciudadano común, y si, a todos aquellos que hacen lo mal visto por la mayoría de la comunidad (presos, guerrilleros, homosexuales, prostitutas, etc.).
En las villas miserias es cierto que se hayan trabajadores pero puedo asegurar que la mayoría de los que viven allí delinquen de uno u otro modo y que en los barrios de clase media que reclaman por sueldos los que roban son los menos. ¿Y todavía los medios quieren que los respeten? Si lo que menos ellos hacen es decir la verdad. ¿Acaso los que trabajan en los medios de comunicación viven en barrios marginales?
Buenos Aires, la inseguridad que hay en esta ciudad es ya de una característica tremenda. La mitad más uno de las personas que viven en el conurbano bonaerense son pobres o indigentes. La policía no puede hacer nada porque los gobernantes tienen que gobernar justamente para los delincuentes que son la mayoría, no de los pobres sino de los que emergieron de esa pobreza. Y todo eso es estimulado por programas de televisión hechos a medida de las personas de mal vivir, pues son mayoría y son los que dan ratings.
En cambio en Córdoba nuestros policías tienen sus cosas y esto no se discute pero vivimos en una de las ciudades más seguras del país, con la densidad de población que en ella existe. Por supuesto que esto conlleva un alto costo, que es de tener que mantener un pequeño ejército de casi 20.000 hombres, número que será excedido en el mes de diciembre del corriente año con los nuevos uniformados.
Nuestros gobernantes tienen que decidir qué es lo que quieren, los trabajadores tienen que decidir qué es lo que quieren, nuestros empresarios también tienen que hacerlo. Entonces será el momento de consensuar una nueva política socio-económica que incluya a todas las clases sociales dentro de los parámetros normales de convivencia.
Y que todos los que estén por fuera de este círculo o cosmovisión general puedan entrar en este nuevo régimen, es decir ser incluidos y así no estar por fuera reclamando que los demás salgan como está sucediendo ahora en el presente.
Carl Marx propone en su teoría sobre el plus valor que la mayor valía de la producción de cualquier bien es lograda por el trabajador o lo que es lo mismo decir: las personas que lo producen. Voy más allá aún diciendo que la base fundamental del capitalismo es el obrero, sin él en cualquiera de sus expresiones, no existiría o casi sería reducido a su mínima expresión el capitalismo.
Como periodistas debemos luchar para que los ojos de nuestra sociedad sean abiertos para bien y no defender al vago, al que se pone en la posición de víctima y no intenta mejorar.
Debemos pedir un estado que intervenga para poner y hacer cumplir normas y reglas y si fuera necesario que implemente con la utilización de los recursos económicos para poner en funcionamiento actividades mercantiles reguladoras del mercado.
Los medios de comunicación utilizamos los sentimientos de la gente para que estos no puedan reaccionar, para que estén inmóviles e inactivos
Nadie en su sano juicio hablaría en contra del desprotegido o del que esta padeciendo algo, pues sería acusado de falta de misericordia para con su prójimo por sus congéneres. Los periodistas construimos realidades a medida y utilizamos el recurso de las retóricas para no tener respuestas.
Comencemos por ser mas objetivos, por describir la realidad con mayor precisión y entonces los demás trabajadores nos verán como uno mas ellos.
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