Algoncas | 10:29
Los demás hacen, nosotros dejamos hacer
Opinión.- El titulo del articulo en algunos casos es la actitud correcta, si siempre nos ocupamos de todo no dejamos que el otro crezca o peor nos termina dando un infarto. Pero en otros casos no lo es y de eso se trata este parecer.
Paraguay, Brasil, 'Colombia', Venezuela, Bolivia, Perú, son los que le han declarado una guerra abierta al narcotrafico, y en todos esos países los avances obtenidos en los últimos meses han superado largamente a los conseguidos en años. Bolivia fue mas allá y hecho a los miembros de la DEA, y lo que para el mundo parecía el fin del país que gobierna el presidente Evo Morales quien en esta semana asume nuevamente al ser reelegido con la unión del pueblo en una misma visión de país. El país se sobrepuso a todas las adversidades que esa decisión le trajo, secesión hablando, logrando que hoy el que se fue trate de volver a comerciar y entablar relaciones bilaterales. Lo mismo sucedió en Venezuela con el presidente Hugo;Chavez, hoy solo ver algunas fotografías y ver los índices de crecimiento e industrialización del país bolivariano da un poco de recelo a otros. Colombia desde hace tiempo viene enarbolando su lucha en contra de facciones que para mantener sus ejercidos deben acudir al comercio ilegal. Ejercitos tan poderosos que el país del café se ha tenido que ver en la obligación de solicitar ayuda a Estados Unidos. Lo que no quita que también pueda haber otras intenciones, la guerra genera deudas y las deudas son dinero.
Perú acabo con la guerrilla de Sendero Luminoso, lo hizo de una manera casi;shockeante al punto que los guerrilleros mismos comenzaron a cambiar sus actividades entregando sus armas y así podríamos seguir blandiendo otros ejemplos algunos mas justificados que otros. ¿Y por acá?, ¿que pasa?. La droga genera perdidas humanas y económicas de una inmensa magnitud, quedando sus ganancias en unos pocos. El gobierno no cobra impuestos al contrario tiene que disponer una gran parte para luchar contra este flagelo que azota a la sociedad. Los enfermos que produce la drogadicción en la mayoría de los casos quedan como una carga para la sociedad. Unos minutos de placer significan años de perdidas económicas para el estado, que lo componen los ciudadanos que trabajan y pagan sus impuestos.Y sin embargo nuestra justicia parece ciega. En los barrios periféricos de nuestra ciudad cualquier vecino sabe a donde tiene que ir para conseguir, los transportes publicos cobran precios diferenciados para llevar a los consumidores y encima algunas distribuidoras de revistas envían a los kioscos de diarios revistas que hablan explícitamente sobre este tema. Nuestros jueces de la Corte Suprema algunos no aceptan la pena de muerte, sin embargo apoyan el aborto y la incapacidad mental y física posterior que la droga trae como consecuencia a quien la consume. En verdad es grave y para pensar lo que esta sucediendo la Argentina. (Fotografía Agencia I.P.)
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