Algoncas | 9:24
¿Cómo concretar una visión en una empresa emprendedora?
Este tipo de preguntas suele estar ausente, llamativamente, en las mentes de los emprendedores. Los motivos:
a) La emoción que ronda en derredor de un nuevo proyecto.
b) La carencia de educación formal y/o empírica en negocios para el desarrollo de este tipo de organizaciones.
Los emprendimientos tienen dos vertientes principales:
1. La necesidad. Las crisis económicas generalizadas o individuales, presionan a múltiples personas a tratar de concretar una idea que, al menos en los papeles, podría ser una solución de la apremiante situación a corto y mediano plazo.
2. La observación. Personas que se desempeñan en un X ambiente, perciben que un área determinada que está en relación con lo que hace, sería pasible de mejoras que conduzcan a una nueva valoración del producto/servicio (serbucto).
En el primer caso la emoción se origina en la urgencia. Una o varias personas al verse afectadas en su base de sustento, deciden poner manos a la obra en lo primero que le viene a mano. El emprendimiento está marcado por un sentido de apuesta al estilo “a todo o nada”, no hay tiempo para errar, ni tampoco para “pensarlo mucho”. La prioridad está en actuar para lograr intercambios que otorguen al menos algo de renta para poder subsistir.
En el segundo caso, la emoción se origina en “ver” todo positivo, al estilo de “el viento viene de cola”. Al ser este tipo de emprendimientos motivado por una necesidad concreta, inmediata y actual, el observador se carga de ansias porque ha visto algo que, llamativamente, nadie más lo identificó. Hacerse de este bien requiere de una inmediata reacción. Las emociones positivas, muchas veces, imposibilitan una evaluación seria, amplia, valorizada, permanente y para un horizonte amplio de tiempo.
Como se observa, estos dos tipos de orígenes de emprendimientos son opuestos. Podríamos decir que uno está viciado de “urgencia negativa” y que el otro está viciado de “urgencia positiva”.
Para encontrar una solución en forma de respuestas a las preguntas iniciales, es necesario avanzar con prudencia.
Una antigua parábola dice:
Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla?29De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, 30 diciendo: “Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.”
El principio de un emprendimiento debe ser, sin lugar a dudas, la observación de lo que a cada uno lo rodea. Mediante este proceso constante, el emprendedor identificará primeramente las necesidades que tiene la sociedad con la cual comparte la cultura.
Este proceso constante debe ser llevado adelante por personas dispuestas a comprometerse con el esfuerzo que significará llevar adelante la solución para los problemas de sus conciudadanos.
Luego, tal y como lo menciona la parábola citada, se deberá contar con mucha paciencia para elaborar un plan de acción: personas clave, requerimientos de cosas, conocimientos necesarios, materia prima, forma legal, etc.
Conclusión
Como seres humanos hemos recibido el legado de gobernar todo lo creado y de administrar esta increíble riqueza con el fin de ayudarnos a satisfacer una gran cantidad de necesidades que tenemos todos.
La historia y la realidad actual nos indican que estamos MUY lejos de llegar a un nivel de satisfacción óptimo por lo que la acción de nuevos “observadores” que se animen a mejorar las condiciones actuales será imprescindible para avanzar hacia un mejor estado de las cosas.
Los emprendedores fueron, son y serán necesarios para mejorar las condiciones de la sociedad.
Dos de los desafíos principales son: el de encontrar un equilibrio emocional a la hora de evaluar las alternativas y el de tener habilidades específicas en negocios o trabajar en equipo con alguien que tenga estas habilidades.
De esta manera, las chances de lograr un serbucto útil aumentan considerablemente.
Por : Lic. Nicolás Corso
Blog: http://nicolascorso.wordpress.com/
Email: nscorso@yahoo.com.ar
a) La emoción que ronda en derredor de un nuevo proyecto.
b) La carencia de educación formal y/o empírica en negocios para el desarrollo de este tipo de organizaciones.
Los emprendimientos tienen dos vertientes principales:
1. La necesidad. Las crisis económicas generalizadas o individuales, presionan a múltiples personas a tratar de concretar una idea que, al menos en los papeles, podría ser una solución de la apremiante situación a corto y mediano plazo.
2. La observación. Personas que se desempeñan en un X ambiente, perciben que un área determinada que está en relación con lo que hace, sería pasible de mejoras que conduzcan a una nueva valoración del producto/servicio (serbucto).
En el primer caso la emoción se origina en la urgencia. Una o varias personas al verse afectadas en su base de sustento, deciden poner manos a la obra en lo primero que le viene a mano. El emprendimiento está marcado por un sentido de apuesta al estilo “a todo o nada”, no hay tiempo para errar, ni tampoco para “pensarlo mucho”. La prioridad está en actuar para lograr intercambios que otorguen al menos algo de renta para poder subsistir.
En el segundo caso, la emoción se origina en “ver” todo positivo, al estilo de “el viento viene de cola”. Al ser este tipo de emprendimientos motivado por una necesidad concreta, inmediata y actual, el observador se carga de ansias porque ha visto algo que, llamativamente, nadie más lo identificó. Hacerse de este bien requiere de una inmediata reacción. Las emociones positivas, muchas veces, imposibilitan una evaluación seria, amplia, valorizada, permanente y para un horizonte amplio de tiempo.
Como se observa, estos dos tipos de orígenes de emprendimientos son opuestos. Podríamos decir que uno está viciado de “urgencia negativa” y que el otro está viciado de “urgencia positiva”.
Para encontrar una solución en forma de respuestas a las preguntas iniciales, es necesario avanzar con prudencia.
Una antigua parábola dice:
Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla?29De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, 30 diciendo: “Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.”
El principio de un emprendimiento debe ser, sin lugar a dudas, la observación de lo que a cada uno lo rodea. Mediante este proceso constante, el emprendedor identificará primeramente las necesidades que tiene la sociedad con la cual comparte la cultura.
Este proceso constante debe ser llevado adelante por personas dispuestas a comprometerse con el esfuerzo que significará llevar adelante la solución para los problemas de sus conciudadanos.
Luego, tal y como lo menciona la parábola citada, se deberá contar con mucha paciencia para elaborar un plan de acción: personas clave, requerimientos de cosas, conocimientos necesarios, materia prima, forma legal, etc.
Conclusión
Como seres humanos hemos recibido el legado de gobernar todo lo creado y de administrar esta increíble riqueza con el fin de ayudarnos a satisfacer una gran cantidad de necesidades que tenemos todos.
La historia y la realidad actual nos indican que estamos MUY lejos de llegar a un nivel de satisfacción óptimo por lo que la acción de nuevos “observadores” que se animen a mejorar las condiciones actuales será imprescindible para avanzar hacia un mejor estado de las cosas.
Los emprendedores fueron, son y serán necesarios para mejorar las condiciones de la sociedad.
Dos de los desafíos principales son: el de encontrar un equilibrio emocional a la hora de evaluar las alternativas y el de tener habilidades específicas en negocios o trabajar en equipo con alguien que tenga estas habilidades.
De esta manera, las chances de lograr un serbucto útil aumentan considerablemente.
Por : Lic. Nicolás Corso
Blog: http://nicolascorso.wordpress.com/
Email: nscorso@yahoo.com.ar
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