Algoncas | 8:25
Pakistan - ONU: "Trabajamos más rápido que nadie, pero no es suficiente"
Cerca de 3,5 millones de afectados por las peores inundaciones en la historia de Pakistán sólo tienen agua contaminada para beber, lo que aumenta el riesgo de que se propaguen enfermedades, advirtieron hoy las Naciones Unidas. Las inundaciones que desde hace un mes arrasan el país dejaron más de 17 millones de damnificados.
La mitad depende de la ayuda que recibe del gobierno o de las organizaciones de ayuda internacionales, según reportó la agencia alemana DPA.
Según la ONU, su fondo para la infancia (UNICEF) está entregando a unos 2,5 millones de damnificados cinco litros de agua diarios, insuficientes para los requerimientos sanitarios mínimos.
"Trabajamos más rápido que nadie, pero no es suficiente", dijo Karen Allen, vicedelegado de la UNICEF en Pakistán. "Millones de personas siguen afrontando el dilema de si beben agua contaminada y se exponen al riesgo de enfermedades".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3,2 millones de personas recibieron ya tratamiento por diarrea, problemas en la piel, infecciones respiratorias y otras enfermedades.
En las provincias sureñas de Baluchistán y Sindh, donde cientos de miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares por una segunda ola de inundaciones, se reportaron cerca de 65.000 casos de malaria.
La mitad depende de la ayuda que recibe del gobierno o de las organizaciones de ayuda internacionales, según reportó la agencia alemana DPA.
Según la ONU, su fondo para la infancia (UNICEF) está entregando a unos 2,5 millones de damnificados cinco litros de agua diarios, insuficientes para los requerimientos sanitarios mínimos.
"Trabajamos más rápido que nadie, pero no es suficiente", dijo Karen Allen, vicedelegado de la UNICEF en Pakistán. "Millones de personas siguen afrontando el dilema de si beben agua contaminada y se exponen al riesgo de enfermedades".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3,2 millones de personas recibieron ya tratamiento por diarrea, problemas en la piel, infecciones respiratorias y otras enfermedades.
En las provincias sureñas de Baluchistán y Sindh, donde cientos de miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares por una segunda ola de inundaciones, se reportaron cerca de 65.000 casos de malaria.
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