Algoncas | 6:57
Llega a Argentina la "última tanda" de billetes de 100 pesos del Brasil
La última tanda de los billetes de 100 pesos impresos en Brasil llegarán esta semana al país como un urgente paliativo contra la escasez de efectivo en varias sucursales bancarias y cajeros automáticos de todo el país.
"Son problemas puntuales y transitorios que se van superando", aseguraron desde la autoridad monetaria, que en noviembre de 2009 encargó a Brasil la impresión de uno 10.000 millones de pesos en billetes de 100 pesos.
El faltante de billetes dejó al desnudo la ineficiencia con que opera la Casa de la Moneda, que se vio obligada a formar una unión transitoria de empresas con su institución equivalente en Brasil para ganar la compulsa por la impresión de los 100 millones de nuevos billetes de la Serie S.
La empresa estatal estaría en condiciones de imprimir hasta 350 millones de billetes por año, cuando se demandan entre 600 y 700 millones, dado que sus máquinas fueron quedando obsoletas en sus más de 30 años de vida.
Las partidas de los billetes impresos en Brasil habían comenzado a llegar al país el pasado 9 de diciembre, días antes de que se iniciara una fuerte escasez de efectivo en los cajeros automáticos y en las ventanillas de las sucursales bancarias.
La falta de un mayor abastecimiento de billetes ante una gran demanda por el aumento del consumo en el marco de las Fiestas de Fin de Año y el inicio de las vacaciones, generó escasez e innumerables complicaciones a miles de usuarios.
Desde la oposición, el diputado nacional y ex presidente del Banco Central Adolfo Prat Gay consideró que "ha habido" por parte de las autoridades del Central "una enorme imprevisión" para resolver la elevada demanda de billetes.
Pero la autoridad monetaria negó que la problemática afecte a gran parte de la población: "De ninguna manera hay una situación de escasez generalizada de billetes. Son problemas puntuales y transitorios que se van superando", aseguraron.
El Banco Central puso en marcha un operativo especial el viernes último -que se extenderá hasta el martes- para abastecer al interior del país, donde más se sintió la escasez en las últimas tres semanas.
La situación llevó a decisiones límites, como la no apertura de las puertas de sucursales bancarias en el Gran Buenos Aires y un menor límite de extracción por cajeros automáticos, a 500 pesos, como ocurrió en Chaco.
"Son problemas puntuales y transitorios que se van superando", aseguraron desde la autoridad monetaria, que en noviembre de 2009 encargó a Brasil la impresión de uno 10.000 millones de pesos en billetes de 100 pesos.
El faltante de billetes dejó al desnudo la ineficiencia con que opera la Casa de la Moneda, que se vio obligada a formar una unión transitoria de empresas con su institución equivalente en Brasil para ganar la compulsa por la impresión de los 100 millones de nuevos billetes de la Serie S.
La empresa estatal estaría en condiciones de imprimir hasta 350 millones de billetes por año, cuando se demandan entre 600 y 700 millones, dado que sus máquinas fueron quedando obsoletas en sus más de 30 años de vida.
Las partidas de los billetes impresos en Brasil habían comenzado a llegar al país el pasado 9 de diciembre, días antes de que se iniciara una fuerte escasez de efectivo en los cajeros automáticos y en las ventanillas de las sucursales bancarias.
La falta de un mayor abastecimiento de billetes ante una gran demanda por el aumento del consumo en el marco de las Fiestas de Fin de Año y el inicio de las vacaciones, generó escasez e innumerables complicaciones a miles de usuarios.
Desde la oposición, el diputado nacional y ex presidente del Banco Central Adolfo Prat Gay consideró que "ha habido" por parte de las autoridades del Central "una enorme imprevisión" para resolver la elevada demanda de billetes.
Pero la autoridad monetaria negó que la problemática afecte a gran parte de la población: "De ninguna manera hay una situación de escasez generalizada de billetes. Son problemas puntuales y transitorios que se van superando", aseguraron.
El Banco Central puso en marcha un operativo especial el viernes último -que se extenderá hasta el martes- para abastecer al interior del país, donde más se sintió la escasez en las últimas tres semanas.
La situación llevó a decisiones límites, como la no apertura de las puertas de sucursales bancarias en el Gran Buenos Aires y un menor límite de extracción por cajeros automáticos, a 500 pesos, como ocurrió en Chaco.
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