Caso Strauss Khann: "Quiero justicia, quiero que vaya a la carcel".

¿Porque será que cuando se habla de un pobre y un rico siempre se tilda al primero de querer sacarle dinero y al segundo siempre de querer imponerle las cosas por la fuerza?.

Todos podrían decir estamos hablando de nuestro país, de las malas costumbres de la oligarquía escondida y de los 'aprovechadores' de siempre que ante la primera de cambio tiran el manotazo. Pero no, esta vez se trata del primer país del mundo.

Strauss Khan el ex presidente del FMI a quien ya le es muy difícil, si no imposible llegar a la presidencia de Francia se vio involucrado en un delito de instancia privada por querer sobrepasarse con la mucama del hotel Sofitel de Nueva York donde estaba hospedado en los Estados Unidos.

La historia dio vueltas al mundo y la fotografía del primer funcionario del FMI siendo trasladado esposado por la policía fue tapa de muchos medios políticos -por no decir de todos-. Khan en poco tiempo fue sustituido y como por arte de magia recibió el premio de la quita de los cargos mientras que a Nafissatou Diallo se le acusó de prostituta.

No obstante la mujer de Guinea que desde aquel 14 mayo mantuvo su rostro y paradero como un misterio ante el miedo de ser atacada por la importancia del personaje al que había denuncia. Sin embargo Nafissatou decidió dar la cara al ser acusada de prostituta ya que no quiere que su humildad se manche y le ha concedido un polémico reportaje a la cadena ABC News que ya anticipó parte de la entrevista en la que se relata lo sucedido en el Sofitel de Nueva York y la mucama se defiende de las acusaciones sobre verdaderas intenciones de su denuncia. Que no es otra que la búsqueda de justicia.

Según el sitio digital infobae.com el caso tuvo un primer vuelco importante cuando se conocieron antecedentes de mentiras en las que habría incurrido la mujer -como el alegar haber sido víctima de violación en su país de origen para obtener el estatus de refugiada- y, más grave todavía, su relación con un detenido por tráfico de drogas, con quien se comunicó en días posteriores a la denuncia para decirle: "No te preocupes, yo sé lo que hago, este señor tiene mucho dinero".

La revelación tuvo un primer efecto en la decisión del juez de liberar a Strauss Kahn bajo palabra y reintegrarle el monto de la fianza millonaria depositada para gozar de prisión domiciliaria.

Pero otra consecuencia fue el giro de la prensa sensacionalista que pasó de acusar a DSK de "pervertido" a tratarla a ella de "prostituta". Esto estaría en el origen de la decisión de Nafissatou Diallo de dar la cara. Quiere defenderse de esas acusaciones y hasta anunció una demanda contra el New York Post, autor del titular que considera calumnioso.

Es evidente que Nafissatou Diallo tiene ante sí intacto el desafío de recuperar credibilidad. No le será fácil. Esta aparición mediática puede ser un primer ensayo. Si el público le cree, quizá también lo haga un jurado, si el caso llega a juicio. O al revés.