Pedro Tupac REMAX | 9:23
Perfiles y características de un buen emprendedor
Emprender no es un asunto para tomarse a la ligera, tampoco es una cualidad que se manifiesta solamente en la gestación de nuevas compañías. Emprender es una virtud que se puede apreciar en diversos planos de la vida en una persona, es iniciar un proceso, un camino, que muy a pesar de lo que se cree comúnmente, no posee un final concreto, mas aun si hablamos de un emprendimiento empresarial.
Las personas que eligen emprender lo hacen motivados por diversas circunstancias, en unos casos porque tienen una vocación marcada para impulsar una idea de negocio y porque tienen muy claro el panorama del bien o servicio que piensan ofrecer, a ellos se les denomina emprendedor por oportunidad. En cambio, hay otras personas que se ven avocadas a emprender por la falta de oportunidades y le apuestan sus posibilidades para subsistir a ideas de negocio simples y de baja rentabilidad, estos se conocen como emprendedores por necesidad.
El caso de estos últimos es el más común dentro de los países en vía de desarrollo, más aún si las regiones donde habitan no poseen un tejido social que le permita a la industria local expandirse de manera constante y segura.
En Colombia, aunque existen estos dos tipos de emprendedores, por las condiciones socioculturales del país, la más común es aquella donde se emprende por la necesidad de subsistir. Esto se agudiza por la concepción generalizada de que hay muchas formas de conseguir una mejor calidad de vida con el mínimo esfuerzo, aceptando en algunos casos iniciar operaciones mercantiles sin formalizar o por fuera de la ley.
Carmen Alicia Piedrahíta Pacheco, consultora empresarial, asegura que “los emprendedores no siempre desarrollan una vena empresarial, es más, muchos de ellos siempre han tenido la vocación por emprender pero por diversos motivos no lo han hecho. Quienes desarrollan estas habilidades poseen características muy particulares como por ejemplo su necesidad de autonomía, entienden de los riesgos al emprender y son conscientes de la importancia de capitalizar los errores para convertiros en ventajas estratégicas”.
Para muchos emprendedores exitosos, la clave para cumplir con sus objetivos se compone de un 99 por ciento de transpiración y un 1 por ciento de inspiración. Esto quiere decir, en otras palabras, que solo el trabajo duro y constante asegura el éxito de un emprendedor sin importar las dificultades que suponga el reto a enfrentar.
Las personas que eligen emprender lo hacen motivados por diversas circunstancias, en unos casos porque tienen una vocación marcada para impulsar una idea de negocio y porque tienen muy claro el panorama del bien o servicio que piensan ofrecer, a ellos se les denomina emprendedor por oportunidad. En cambio, hay otras personas que se ven avocadas a emprender por la falta de oportunidades y le apuestan sus posibilidades para subsistir a ideas de negocio simples y de baja rentabilidad, estos se conocen como emprendedores por necesidad.
El caso de estos últimos es el más común dentro de los países en vía de desarrollo, más aún si las regiones donde habitan no poseen un tejido social que le permita a la industria local expandirse de manera constante y segura.
En Colombia, aunque existen estos dos tipos de emprendedores, por las condiciones socioculturales del país, la más común es aquella donde se emprende por la necesidad de subsistir. Esto se agudiza por la concepción generalizada de que hay muchas formas de conseguir una mejor calidad de vida con el mínimo esfuerzo, aceptando en algunos casos iniciar operaciones mercantiles sin formalizar o por fuera de la ley.
Carmen Alicia Piedrahíta Pacheco, consultora empresarial, asegura que “los emprendedores no siempre desarrollan una vena empresarial, es más, muchos de ellos siempre han tenido la vocación por emprender pero por diversos motivos no lo han hecho. Quienes desarrollan estas habilidades poseen características muy particulares como por ejemplo su necesidad de autonomía, entienden de los riesgos al emprender y son conscientes de la importancia de capitalizar los errores para convertiros en ventajas estratégicas”.
Para muchos emprendedores exitosos, la clave para cumplir con sus objetivos se compone de un 99 por ciento de transpiración y un 1 por ciento de inspiración. Esto quiere decir, en otras palabras, que solo el trabajo duro y constante asegura el éxito de un emprendedor sin importar las dificultades que suponga el reto a enfrentar.
Cualidades de un buen emprendedor
Si los perfiles del emprendedor son importantes para desarrollar estrategias que mejoren sus oportunidades de éxito, conocer sus características también son fundamentales para fortalecer las políticas tanto públicas como privadas en torno al emprendimiento.
En palabras de Piedrahíta Pacheco “el emprendedor debe poseer una serie de cualidades que de por sí no le garantizan nada, pero sí lo van a ubicar mucho mejor cuando deba enfrentarse solo a las variables del mercado. Por ejemplo, un emprendedor debe poseer mucha confianza en lo que va a ofrecer, debe estar seguro de las fortalezas y debilidades de su producto con respecto al entorno donde se va a comercializar y al consumidor final. Es allí donde se comienza a construir la historia de una emprendimiento exitoso”.
De igual forma, la tolerancia al fracaso y la expectativa de control también tienen un papel destacado para constituir una empresa exitosa, porque con ello se garantiza que pese a las dificultades y riesgos que se puedan presentar en el camino, el emprendedor no va a claudicar, por el contrario va a aprovechar cada una de las lecciones que le va dejando su oficio.
Otro asunto que hay que tener en cuenta al emprender es el relacionado con la orientación comercial, que aunque a simple vista parece tener una influencia decididamente empresarial, se relaciona mucho más con la forma en que el emprendedor se relaciona con sus grupos de interés.
“Este aspecto” señala Piedrahíta “es el que tiene que ver con la forma en que el emprendedor recibe y procesa la información que proviene del exterior, es decir, es la forma en que evalúa y toma determinaciones dependiendo del entorno en que se mueva. Aquí la comunicación es fundamental dada la importancia que han adquirido las estrategias de retroalimentación por medios electrónicos, fundamentalmente por a través de redes sociales”.
En conclusión un buen emprendedor o un buen emprendimiento no depende exclusivamente de una buena idea, por el contrario, ese aspecto carece de validez si no existen los medios y las estrategias para desarrollarla adecuadamente (incluyendo el desarrollo de diversas competencias), perjudicando al emprendedor, al mercado y al consumidor final.
En palabras de Piedrahíta Pacheco “el emprendedor debe poseer una serie de cualidades que de por sí no le garantizan nada, pero sí lo van a ubicar mucho mejor cuando deba enfrentarse solo a las variables del mercado. Por ejemplo, un emprendedor debe poseer mucha confianza en lo que va a ofrecer, debe estar seguro de las fortalezas y debilidades de su producto con respecto al entorno donde se va a comercializar y al consumidor final. Es allí donde se comienza a construir la historia de una emprendimiento exitoso”.
De igual forma, la tolerancia al fracaso y la expectativa de control también tienen un papel destacado para constituir una empresa exitosa, porque con ello se garantiza que pese a las dificultades y riesgos que se puedan presentar en el camino, el emprendedor no va a claudicar, por el contrario va a aprovechar cada una de las lecciones que le va dejando su oficio.
Otro asunto que hay que tener en cuenta al emprender es el relacionado con la orientación comercial, que aunque a simple vista parece tener una influencia decididamente empresarial, se relaciona mucho más con la forma en que el emprendedor se relaciona con sus grupos de interés.
“Este aspecto” señala Piedrahíta “es el que tiene que ver con la forma en que el emprendedor recibe y procesa la información que proviene del exterior, es decir, es la forma en que evalúa y toma determinaciones dependiendo del entorno en que se mueva. Aquí la comunicación es fundamental dada la importancia que han adquirido las estrategias de retroalimentación por medios electrónicos, fundamentalmente por a través de redes sociales”.
En conclusión un buen emprendedor o un buen emprendimiento no depende exclusivamente de una buena idea, por el contrario, ese aspecto carece de validez si no existen los medios y las estrategias para desarrollarla adecuadamente (incluyendo el desarrollo de diversas competencias), perjudicando al emprendedor, al mercado y al consumidor final.
Agradecmos este articulo a Cultura E Plan Estratégico de la Ciudad de Medellin Colombia.
Atte.
Pedro Tupac-Yupanqui V.
Despegue Emprendedor
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