Los Indignados Argentinos llegaron a Plaza de Mayo con el cacerolazo

El arma de la clase media que ha modificado la fisonomía global vuelve a influir en la política de un país al hacer posible que miles de personas con un mismo pensamiento y sin banderas políticas puedan converger en un lugar para reclamar en pos de la calidad de vida.

Twitter nuevamente esta demostrando el poder del mensaje de los 140 caracteres y como ocurriera la semana pasada, el llamado a la protesta se realizó a través de las redes sociales. Allí los hash tags #cacerolazo y #cac3rolazo se convirtieron en los tópicos más citados.

A una semana de que se pudieran ver pequeños grupos de manifestantes dispersos por varias ciudades del pais ayer, la red de microblogging así como en Wall Street, España y Grecia a empezado a convertirse en el punto de encuentro para los 'Indignados Argentinos', logrando que en esta tercera marcha en cambio se pueda ver  miles de personas (mas de dos cuadras de vereda a vereda) movilizarse con carteles y banderas hacia Plaza de Mayo a tal punto que según lo que puede conjeturarse por lo publicado por el diario 'casi oficialista Ambito Financiero' en su pagina digital en un acto de coherencia se habría detenido una contramarcha a favor del gobierno en resguardo de la ciudadanía. 

La cantidad de personas que participaron en las distintas protestas en varios barrios de Capital, Gran Buenos Aires y la quinta presidencial de Olivos han prendido las luces amarillas en el gobierno, al punto que podría decirse que la renuncia de Daniel Reposo al cargo de Procurador General, llego justo como balde de agua fría para seguir calmando los ánimos y en clara consecuencia de esta marcha contra la corrupción y el cepo cambiario.

Asimismo según la pagina digital TN.com vecinos de distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires en esta tercera protesta en lo que va de una semana salieron a golpear sus cacerolas en señal de protesta manifestando su descontento contra la inseguridad, la inflación y la corrupción, entre otras temas.

El denominador común fue el golpe a las cacerolas y de palmas, no hubo pancartas políticas, si se vieron banderas argentinas y se entonó el Himno Nacional.