Algoncas | 17:42
¿PROMOCIONAR LA CALIDAD EDUCATIVA?
El siguiente articulo fue escrito por el ex-vicepresidente Julio Cobos para la Agencia de Noticias uruguaya Uy.press y en cierta manera muestra lo que pienso con respecto a esta medida educativa que no a causado horror por la simple razón que la educación en argentina cada día que pasa menos tiene se parece a educación. A continuación la opinión completa de Julio Cobos:
Los conflictos entre la Presidente y el titular de la CGT, el déficit de la Provincia de Buenos Aires, los retos presidenciales a las administraciones provinciales, el valor del dólar, la destitución del presidente de Paraguay, entre otros acontecimientos; mimetizan decisiones que se han adoptado en el sistema educativo que no son de gran impacto mediático, pero sí de gran impacto por las consecuencias que generarán en el largo plazo.
A partir del 2013, en nuestro país, los alumnos de primer grado promocionarán directamente a segundo. Si aprendieron, si fueron a clases, si se exigieron, si recibieron el apoyo de sus padres; no importa. Ya tienen asegurada la promoción a segundo grado.
La decisión se basa en estudios psicopedagógicos que establecen que en el primer ciclo -primero, segundo y tercer grado- lo que no se aprendió en el primer año, se puede adquirir en el segundo y que la renitencia es vista como un fracaso.
Además de preguntarnos por qué tantos niños repiten el primer grado, tendríamos que preguntarnos por qué no aprenden. Pareciera que queremos trazar un paralelo con áreas de la economía, donde pretendemos modificar los indicadores en vez de atacar el problema de fondo.
Si bien el objetivo de la escolarización es loable, porque los chicos deben permanecer en el sistema, aprobar al alumno que no alcanza los conocimientos a adquirir en un año determinado, será trasladar el problema y agravar la situación del mismo.
Lo razonable es que nuestros niños aprueben exitosamente el primer grado y si esto no es así, la repitencia no es tan grave si se plantea como etapa superadora y propositiva. Se deben establecer metas y si el niño las alcanza en el curso que repite pueda incorporarse al curso siguiente en cualquier etapa del año y si esto no sucede es preferible que vuelva a hacer primer grado y no que repita en años posteriores, cuando se han establecido lazos afectivos con compañeros o cuando comienzan los cambios de la pubertad.
Asimismo, es mejor fortalecer las salas de cuatro, hacer realidad la obligatoriedad en las salas de cinco, universalizar la doble escolaridad en el primer grado, acentuando esfuerzos en las zonas de mayor vulnerabilidad social, para lograr una equidad real, no solo de principios, sino también de resultados.
El mensaje que se transmite con la promoción automática podrá conllevar a que los niños vean que el esfuerzo no vale la pena, las estadísticas engañarán nuevamente a la opinión pública y algunos padres podrán desentenderse -más aún- de la educación de sus hijos.
El estado debe garantizar la escolarización y tomar los recaudos para que los padres cumplan con la obligatoriedad de que sus hijos ingresen, permanezcan y aprendan en la escuela. Hoy seguimos midiendo la deserción en función de los chicos que estando en la escuela, la abandonan, pero no en función de los que deberían estar.
Así como se han hecho esfuerzos para sistematizar los DNI y darle más seguridad a los pasaportes, por qué no materializamos una Cédula Escolar que permita contar con el seguimiento educativo, desde el primer día que debe estar en la escuela hasta el último de ellos.
La educación primaria argentina, con más de un siglo de vida, ha formado a decena de generaciones de ciudadanos. Actualizarla, modernizarla y adaptarla a los nuevos tiempos, es una necesidad permanente. Pero esto se debe hacer con medidas que mejoren la calidad educativa, promuevan el esfuerzo de los alumnos, el compromiso de padres y la dedicación de los maestros.
por Julio Cobos
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