Algoncas | 21:21
La Conciencia tiene dos voces... EL BIEN Y EL MAL ¿A CUÁL OYES?
por el Hno Julio Rosario Rodriguez
Todos sin excepción, hemos oída hablar de la conciencia. El término es amplio y un poco difícil de explicar o precisar pero empecemos preguntadonos ¿que es la conciencia? ya que no tiene un correlato físico sino que se trata del conocimiento reflexivo de las cosas, propias de la actividad mental que solo es accesible para el propio sujeto, por lo tanto, desde afuera de la persona, no pueden conocerse los detalles de lo consciente.
La filosofía trata de dar una definición, la cual consideramos como la que más se acerca a la verdad o al buen juicio... y dice así: "Es la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de la consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y el mal".
Por otra parte las Sagradas Escrituras, hace mención de la conciencia, explicando que ella por lo regular apunta a esa misteriosa voz interior la cual nos susurra y nos acusa o defiende, tanto si hemos obrado bien, o si lo hemos hecho mal.
La conciencia fue implantada por el mismo Dios, en el espíritu y mente del ser humano por lo que de mi parte y en mi lenguaje propio le llamaría a esa conciencia -a costa de parecer un herejía que es lo menos que quiero-: "EL PEQUEÑO DIOS INTERNO".
La conciencia nos hace aptos no solamente para conocer nuestro entorno, sino que ella nos hace consciente de lo que somos como individuos y como ente pensante que somos. Nosotros los hijos de Dios estamos llamado a vivir con un estado de conciencia limpio delante de Dios ( 2 Cor. 1:12).
El mismo Salmista David, dice aportándonos sobre este tema: "Bendeciré a Jehova que me aconseja; Aún en la noche me enseña mi conciencia" ( Sal.16:7). No podemos hacernos ignorantes a ella, pues ella siempre nos acompaña. Dios ha hecho a un hombre consciente tanto de lo que piensa y de lo que hace, de ahí que todos somos bien orientados, por esa conciencia en el pleno ejercicio del bien y del mal, nos habla aún antes de que ese individuo actúe, aprobando o desaprobando la futura acción.
¿Cuántos de nosotros, no hemos escuchado la voz de la sabiduría de Dios hablando a nuestro espíritu, mente y corazón? La palabra de Dios dice que el Señor es el que produce en nosotros el querer como el hacer por su buena Voluntad (Fil.2:13). Antes de que se ejecute una acción o movimiento, primero hay un pensamiento, el cual es momento propicio de considerar, mediante la conciencia y el buen juicio si es correcto o no lo que vamos hacer.
Pero independientemente de la condición en que estemos el ser humano siempre es atacado por una saeta de maldad u voz que un momento determinado nos incita para que hagamos el mal.
Hace muchos años atrás, hablándole a un joven que cumplía una pena de 20 años en la cárcel, me contaba como en una pelea o discusión con otro joven, escucho una voz clara que le dijo: "...es hora de que mates a fulano, pues sino el té matara a ti..." por lo que a continuación acompañado de la ira que tenía, obedeció aquella voz dando muerte a su víctima.
En fin el bien y el mal no son dos términos o conceptos, sino dos fuerzas que se enfrentan cada día en este escenario de la vida, donde nosotros somos parte activa como objeto de ser usados para el bien o para el mal. Dios y sus hijos representan el bien. Satanás, sus demonios y los hombres que no están bajo la cobertura de Dios, son los encargados de hacer el mal.
Por último en su primera epístola, el apóstol Juan nos dice: "Y sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero, está bajo el maligno" (Jn 5:9) y este espíritu del mal actúa con gran arraigo en los hijos de desobediencia, los cuales hacen la voluntad del enemigo de la justicia, el diablo, padre de mentira.
Shalom.
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